Act. #1; first attack. | Inari

— » Según fuentes fiables la creación de un arma con la capacidad para combatir a la máxima potencia a nivel mundial, Industrias Stark, parece que no es solamente una mera ilusión propagandística. Así lo confirman las noticias y los periódicos alrededor de la ciudad mencionada con la esperanza de que a aquellos se les filtre algún tipo de situación. « — era la voz de una reportera la que parecía estar dando aquellos detalles. Una fémina de ojos ámbar que miraba con atención a la cámara y poseía de fondo el edificio una edificación bastante antigua pero que al parecer formaban parte de algún gobierno. — » Se desconoce completamente el origen de éste nuevo prototipo pero tras recibir ciertos datos de investigación se ha llegado a la conclusión de que es una forma autómata con la posibilidad de disponer de una seguridad igual, e incluso mayor, a la que puede proveer el actual Iron Man a los Estados Unidos de Norteamérica. Estaremos detallan-... « — pero a final la grabación se detuvo, más bien fue apagad por el propietario de aquella pantalla holográfica quien dirigiría su mirada en dirección hacia el horizonte, buscando clara respuestas.

— Señor Stark, confirmamos la edificación y la posición de la misma siendo pertinentes a Nueva York. — la voz de VIERNES fue la que se hizo presente una vez la pantalla hubiera sido minimizada con un ligero movimiento de mano del aludido por ella. A través de las gafas, más específicamente en la zona céntrica de sus lentes, poseía la capacidad de visualizar casi todo tipo de información sin la necesidad de abrir una pantalla aparte. — Procede a realizar una investigación a fondo, VIERNES. Quiero... no, necesito saber si esa información es válida. —  a pesar de que la fechada databa de varios años atrás, y que actualmente su propia tecnología personal se había desarrollado a un nivel incluso que la propia Tierra parecía incapaz de alcanzar reuniendo a todos los países potencias mundiales, el hecho de que la amenaza fuese existente e inminente ocasionaba que una parte de él... ¿se excitase? — Comenzando con el protocolo de investigación RedHawk, señor. Tomará al menos unos minutos. — y con esto la voz finalmente desapareció ofreciendo a Tony nuevamente el total silencio en aquella habitación, donde uno de sus destornilladores parecía simplemente jugar con el propulsor iónico de la palma de su mano. Literalmente hablando porque estaba su guante solidificado e incapaz de creer todo aquello.

— Señor Stark. — casi el tiempo dicho, incluso algunos momentos menos, la voz de su IA personal se hizo presente para llamar la atención de quien parecía estar jugando con los dedos de su mano biónica, parte de su nueva y actualizada armadura. — El individuo considerado como arma recibió el nombre clave Sujeto #1. Pertenece al sexo femenino y... escapó del laboratorio a los años de haber sido puesta en una especie de libertad. — casi en ese momento los ojos de Tony se volvieron a la pantalla para poder observar detenidamente la foto de la figura. Era esbelta, exuberante incluso: era una chica atractiva y eso solo le ocasionaba más interés. — VIERNES, investiga lo que puedas de ella, quiero hasta las medidas de su cuerpo si es posible. — hacía bastante que no se mostraba tan serio al respecto, aunque dejando un poco de humor dada la personalidad un tanto jovial que podía llegar a poseer. — Activa además el protocolo de defensa, no quiero invasiones ajenas en éste momento. — y en cuanto sus palabras terminaron fue el sistema defensivo que se conectaba con todo, incluso con su propia mente, lo que se activó al menos el sesenta por ciento del sistema mencionado.

— Señor Stark, al parecer la utilización de certificados falsos no ha sido funcional respecto a las defensas del Sujeto #1. — la voz de VIERNES le hizo presente en el departamento en general. El piso del penthouse en sí mismo estaba casi que completamente vació exceptuando por los muebles y los demás agregados de aquella ubicación las cuales en efecto ofrecían, sin duda alguna, la vívida imagen de quién era él: un genio amante de la tecnología y poseedor de ésta, en su más avanzado nivel. Pantallas planas, incluso la mayoría de éstas holográficas, algunas creadas en pleno ambiente mismo como consecuencia de los diferentes puntos de emisión y proyección que había por todo el piso, ocupando el cien por ciento del espacio de éste. — ¿Alguna sugerencia con la cual debamos de afrontar ésta situación, señor? — Tony en esos momentos tan solo estaba prestando atención al proyecto que se traía entre manos, más bien a la mano de su armadura que estaba en todo momento retocando casi de manera innecesaria.

Lo cierto era que sus nanobots eran posiblemente la única razón por la cual podría dejar de trabajar en aquella extremidad, pero era tanto el amor y pasión que había puesto en la creación de aquella que existían algunos reajustes que claramente no podía dejar que lo hiciera alguien más, ni algo más en este caso, que no fuera él. Eran poseedores de su toque personalizado, claramente debía de realizarse de manera manual al menos en un principio y ya luego dejaría que sus pequeños, nano-amigos en realidad, hicieran el resto del trabajo. — Veamos, ¿y si aumentamos la potencia? — claramente los pequeños no iban a responderle pero sí eran capaces de transmitir en la mente del hombre la información pertinente a esto. Por su lado, en realidad, solo movería la otra mano para poder así levantar una pequeña pantalla holográfica con la cual tener todos los detalles ofrecidos. — Si duplico o triplico la potencia, quizás reduciendo el consumo de energía... No, añadiremos absorsión de energía solar y con eso reduciremos el uso de la batería interna, aunque no es como si tampoco fuese a agotarse rápido. — pero la concentración no duró mucho porque fueron los llamados constantes de atención de VIERNES los que le hicieron volver la vista en su dirección.

— ¿Sí, mamá? — dijo en tono burlón, un tanto indignado en realidad. — ¿Acaso no has podido obtener más información al respecto? — inquirió al momento de desmaterializar su guante, más bien haciendo que éste se introdujera en el interior de su porpio cuerpo mediante la descomposición nanotecnológica. Al final terminó haciendo que otra pantalla holográfica apareciera delante de sí con un simple movimiento de su mano, pudiendo en este momento observar los mismos códigos fuente que la IA. — Veamos, veamos. Esto será sencillo... — chasqueó su lengua con tranquilidad. — A ver, Sujeto #1. Veamos, veamos, veamos. — no estaba tipeando absolutamente nada, carecía de un teclado pero el movimiento de sus manos se hacía igualmente. Era lo que necesitaba, porque la conexión existente entre su cerebro y los ordenadores de todo el edificio le ofrecían aquél tipo de beneficio particular.

» Buenos días, Sujeto #1. Supongo que ya sabes quién soy, pero heme aquí con la intención de obtener más información de ti, dime, ¿hay algo que estés ocultándole al mundo?

Tras unos segundos terminó enviando un mensaje a la otra parte. En realidad no es que ‘lo fuera’ a hacer, sino que lo estaba haciendo en esos mismos instantes. La información que obtenía era algo que en realidad no podía leer hasta no descargar, pero al menos serían datos que pudieran considerarse relevantes, ¿no?

» Por cierto, ¿está bien que te llame Inari? ¿O prefieres Ina-chan? Eres más joven que yo, después de todo.

Según el código fuente, aquél era su nombre por lo que sencillamente lo utilizaría. ¿Razones? No necesitaba, sencillamente por su propia personalidad y su capacidad extrovertida le daba la capacidad, la autoridad, así como la intención, de hacerlo con total confianza. Sin embargo y a pesar de tener en un lado del holograma lo que era su porpio chat, a la espera de una posible respuesta, el hecho de seguir rebuscando información del grado personal hacía que el resto de la misma terminase siendo ocupada con una serie de codificaciones tanto binarias como no, incluso mezclando distintos lenguajes informáticos, de cifrado más exactamente, como uno más asimétrico que otra cosa. — Veamos, ¿será en flujo o en bloque? ¿Eh...? —

» Así que, ¿te gustan los picantes y los dulces? ¿Has probado el helado de Avellana Ironmango? Dicen que es empalagoso, quizás podamos ir a tomarlo un día de éstos.

» No acostumbro a hackear nada personalmente, he de decir. Pero VIERNES al parecer sufrió algún tipo de desperfecto, o simplemente no quiso por temas de moral. ¿Te imaginas? ¿Desde cuándo una IA tiene moral?

Y tras ‘presionar’ enter envió el mensaje. En realidad no tenía una razón suficiente como para dar aquella explicación pero necesitaba conocer al menos la postura de alguien más aparte de la suya, o por lo menos comprender si estaba tan equivocado al respecto. Si bien era cierto que la IA que había desarrollado se encontraba en constante evolución, incluso casi a la par, por no decir que más aún, de lo que lo hacía su secretaria: Leiko. Casi sin darse cuenta se había inmiscuido en ciertos temas respecto a algunos laboratorios y otros tratos un tanto turbios, ¿quizás ilegales? Bueno, cada quien tenía en realidad su pasado, ¿no? Incluso él, especialmente en lo que refería a armas en general. — VIERNES, ¿me dirías qué información se obtuvo del último filtro realizado? — inquirió sin realmente dirigirse a nadie, manteniendo al vista constantemente en la pantalla que yacía delante de sí flotando, casi que por arte de magia en caso de que no se conociera del tema, delante de su persona.

— Al parecer la joven posee algunos tratos con el Mercado Negro de la ciudad, señor. Ha realizado trabajos para el mismo de manera esporádica y sin un horario fijo, lo cual la hace una persona ligada, en cierto sentido, a la parte más oscura de la sociedad. — la voz de su asistente inteligente terminó por apagarse de un momento a otro, casi como si estuviese respondiendo de forma inmediata a algún tipo de ataque momentáneo. — Señor Stark, los cortafuegos se activaron en el nivel inferior: al parecer alguien intenta filtrar información de una subsidiada. Procederé a realizar las acciones pertinentes. —

— ¿Llamamos a los bomberos? — mencionó con un poco de humor ante sus palabras aunque claro, mostrando quizás algo más de seriedad al volver la vista hacia el monitor que se encontraba contra la pared. Eso hizo que emitiera un delicado suspiro en consecuencia, chasqueando la lengua: ¿quién se atrevía a intentar filtrar información de una de las empresas bajo su protección? Bueno, de igual manera no le preocupaba, ya que aquella inteligencia artificial era capaz de manejarlo y solucionar el problema. — Oh, vamos. ¿Acaso no todos tenemos un pasado oscuro? Eso no me interesa. Ya sabes a lo que me refiero, a eso ‘otro’. — y claro que la máquina, por denominarla de alguna manera ya que en sí mismo podría ofenderse si se le trataba de esa forma, comprendía el significado de aquellas palabras.

» Por cierto, no me presenté ¿verdad? Soy Anthony E. Stark, aunque puedes decirme Tony, todas las mujeres sexys lo hacen. <3

Tras el nuevo mensaje enviado no dudó en abrir, en una pantalla alterna, la información adquirida de la contraria, al menos esos detalles extra que sin duda alguna podrían servirle y ser utilizados en su contra, o quizás a favor del propio genio, ¿quién sabe?

» Eres la primera mujer que me niega algo, a decir verdad.

Y aunque no estaba mintiendo al respecto, aquello claramente llamaba aún más el interés de Tony. ¿Acaso estaba hablando enserio? — VIERNES, ¿me confirmas que hayas atacado al Sujeto #1, por favor? Porque no parece ser aquella que supuestamente debía de aniquilarme... es eso o está jugando, o simplemente eres una IA que ha envejecido, ¿acaso necesitas jubilarte? — bueno, no es como si fuese a hacerlo en realidad pero tampoco es que realmente pudiera aceptar el hecho de que su IA se estuviese equivocando de aquella manera. Lo cierto es que la misma era tan multitareas como él, por lo que sencillamente pudo continuar con el trabajo que estaba realizando al momento de responderle. — He rastreado a la Sujeto #1 de manera exitosa, señor Stark. Lamentablemente queda fuera de mis capacidades el comportamiento peculiar que esté sufriendo, o el posible intento de burlar a su persona. — y en eso tenía razón, pero si no se desquitaba con aquella entonces, ¿con quién lo haría? ¿Con él? Por favor, era un genio, resultaría tonto desquitarse con él mismo, especialmente porque así no podría responderle de manera adecuada a la tercera parte – vamos, que si se enojaba con él mismo debería de perder tiempo discutiendo con su persona y eso, lo sabemos, sería eterno –, quien se encontraba del otro lado de la pantalla.

» Por cierto, ¿qué es eso de archivos y temas relacionados con la mafia? ¿No estarás metiéndote en asuntos turbios, verdad?

¿Qué si había adquirido algo de su información? Por favor, si estaba teniéndola toda. Cada cosa que necesitaba y deseaba podía conseguirla, no necesariamente con sus encantos de hombre maduro ni con la habilidad que era más poderosa en su persona: el dinero; sino que tenía un cerebro privilegiado y un IQ lo suficientemente alto como para poder desglosar el cifrado de primera categoría que la otra habría realizado para proteger su información personal.

» ¿Segura que no quieres ir a tomar algo? Vamos, que yo invito.

En realidad no le importaba eso como tal – nos referimos a qué fueren a tomar realmente –, si aceptaba o no era algo que en cuestión sí le llamaba más la atención. Al parecer la otra no reaccionaba de la manera en la que estaba diseñada, ¿quizás algún tipo de malfuncionamiento? ¿O se trataba de algo que quizás estaba por fuera del entendimiento de la lógica o la razón? ¿No tendría memorias? ¿O solo jugaba con él? Vaya, si el hecho de que tantas preguntas se formaran en su cabeza dejaba en claro que, por una u otra razón, las incongruencia de su creación y el de su actuar estaban claramente mostrando algo de interés en el hombre.

» A decir verdad no dudo de la posibilidad, ¿sabes? Especialmente porque se trata de la interfaz de usuario que yo mismo desarrollé, pero me sorprende mi propia capacidad de darle tantas libertades a una IA que debería de ser exclusivamente... ¿cómo decirlo? Funcional a nivel personal, casi como una asistente, además de ser el firewall defensivo de toda la red privada Stark, claro.

¿Por qué explicaba aquello? En realidad la pregunta era, ¿por qué no lo haría? No es como si estuviese alardeando de aquella mencionada red dado que era algo que todo el mundo, especialmente los archivos esparcidos por el internet, poseían respecto a su persona. Conocido por haber desarrollado aquella red funcional a nivel global, y siendo el primer individuo – por no decir claramente el único –, en poder converger todo el sistema reducido y concentrado para ser enviado al espacio en un satélite. De ésta manera obviamente encontraba la seguridad de que absolutamente nadie pudiera tener acceso a éste, salvo él y en cuanto requiriese algún tipo de reparación manual, contaba pues con las armaduras pertinentes para aquél viaje en particular.

» El problema de la evolución de las IA es bastante claro, aunque en éste caso es un mal necesario para poder afrontar a todo lo que claramente no podemos imaginar. Su funcionamiento terminaría siendo sino reducido y limitado, después de todo.

Al final hizo una especie de silencio, o mejor dicho cesó de los mensajes. Aquella idea de ética y moral humana, ¿para hologramas? Vaya que era una mujer avariciosa con ese tipo de pensamientos e ideas. — ¿Qué dices, VIERNES? — murmuró en dirección a la nada, siendo consciente de sobra que a través de sus ojos, e incluso en la red en la que se encontraba, aquella IA estaba siendo consciente de lo que ocurría. Monitorear no era lo único que hacía en realidad pero al parecer el enojo respecto a las palabras quizás un tanto ofensivas de su creador no era realmente lo que pudiera expresar con libertad, especialmente dado que era consciente del humor quizás y hasta tóxico del cual era poseedor.

» Considero que la evolución de un holograma solo sería factible en base al software con el cual se haya cargado, siempre que se tenga en cuenta una modalidad única de producción pero una versatilidad a la hora de la percepción de información.

» Ahí está, VIERNES lo ha dicho: que un holograma evolucione implica que la IA que le cargues sea claramente una con la posibilidad de autoaprendizaje. Pero en caso de ocupar imágenes ya creadas o grabadas, en realidad, imposibilitaría tal evolución.

No decía aquello en base a nada en especial, realmente, pero sí era bastante consciente de que en algunos temas, particularmente en los que refería a la evolución de las máquinas, VIERNES era bastante acertada. Después de todo se trataba del ejemplo claro, quizás único y exclusivo – ya que la tecnología que estaba empleando en ella, especialmente, era incluso superior a la que actualmente empleaba la N.A.S.A –.

El hecho de que la fémina mostrase aquél tipo de agresiones daba a entender que él, por su parte, estaba inmiscuyéndose quizás en temas que verdaderamente podrían llegar a ser importantes. Claro que eso no hacía sino que aumentar el grado del éxtasis y promocionar la idea de curiosidad a un nivel incluso aún mayor, por lo que tuvo que controlarse lo suficiente para no decir algo que fuera relacionado al o que estaba viendo. Claro que podía ver lo que ella, por eso mismo tampoco parecía estarse realmente interesado en aquello sino más bien en sus propias palabras, en las que demostraban claramente compartir quizás una similitud, ¿acaso estaba jugando a algo? Bueno sería, porque a decir verdad ahora estaba interesado en averiguarlo.

» Dicen que la curiosidad es un impulso que oscila entre lo grosero y lo sublime, ¿qué piensa de eso?

Si bien su pregunta era un tanto extraña, aquella frase era realmente algo conocida a nivel mundial ya que la había dicho José Maria Eça De Queiroz, un famoso escritor del siglo XIX.

»  Por mi parte creo que es una tontería, aunque me gustaría compararlo así: si la curiosidad es el queso, y usted mi objetivo, entonces me encantaría ser ese ratoncito hambriento.

Vamos, sí, que estaba un tanto zafado con aquellas comparativas mezcladas con intentos de flirteo un tanto infantiles, pero tampoco es como si pudiera hacer otra cosa, ¿verdad? Ya que se negaba a salir, al menos entonces intentaría acercarse a ella de alguna forma. — ¿Señor? — la voz de su IA fue lo que le llamó la atención en esos momentos y fue por lo único que dirigió su mirada hacia el ascensor de su penthouse, casi por un instante creyendo que alguien entraría por el mismo. — Por favor cancela las citas que hayan el resto del día, VIERNES. Mi nueva ‘amiga’ es bastante interesante. — ¿realmente? Más bien parecía interesado en el hecho de que no actuara tan diferente luego de saber quién era e, incluso, de que no le apodara como se lo había pedido.

» Bueno, entonces tendré que intentarlo otro día. No es como si vaya a permitir que me rechaces siempre, ¿no? Digo, que no a todas invito a tomar un helado de mi propio sabor, oye.

Claramente hubo una cierta picardía en sus palabras, mintiendo al menos en la primera parte debido a su propia personalidad. Era un playboy, después de todo, no es como si fuese realmente fiel a una mujer ni estuviese con una sola a la vez – por más que lo hubiese intentado –  y esto era debido a que, hasta la fecha, no había mujer que llegase a moverle las bases de semejante manera. En cambio la última parte sí era cierta: el sabor era bastante peculiar, excesivamente dulce, pero jamás lo había invitado a otra persona por el mero hecho de que no se había presentado la oportunidad, entonces ¿por qué no invitarla a ella? Después de todo una buena primera imagen era esencial.

» Bueno, si bien mi comparativa no es tan elocuente y profunda como la del portugués, Aunque considero mi propia versión un poco más entendible en caso de quererse explicar esa abstracta frase a alguien que no posea el conocimiento, ni tampoco la capacidad, para mostrar el entendimiento de la misma.

La mirada de Tony se desviaba cada dos por tres en dirección hacia el ordenador que había sobre una de las paredes, más bien la pantalla enorme de éste. Si bien se encontraba dividida en varias secciones, podía apreciar con un solo vistazo cada una y centrarse con calma en la que más le interesaba: la de las cámaras de la entrada y alrededores. — ¿No hemos recibido ningún ataque externo? — inquirió con calma mientras dejaba a sus labios abrirse de forma cuidadosa. Durante algunos segundos al parecer una de las divisiones del gran monitor, aunque parecía más una especie de proyector sólido, terminó por mostrar casi que la misma codificación que aparecía en la película de Matrix: letras y números en verde, cayendo de manera casi aleatoria por la pantalla. A decir verdad aquello podía significar un ordenador descompuesto para muchas personas pero para Tony, que era entendido y experto en ese tipo de temas, cada una de aquellos caracteres implicaba una ruta de entrada, de salida o de conexión para con otro espacio completamente diferente. Aquellas conexiones le ofrecían todo lo que necesitaba, especialmente la información que estaba buscando. — Has un rastreo del puerto 22022. — murmura con serenidad mientras notaba como la pantalla regresaba a su estado actual.

— ¿Activo el protocolo de seguridad, señor Stark? — no necesitaba la confirmación de la otra en realidad, ni mucho menos, tan solo dejaba en claro que aquella situación ya no sería una dificultad. — Sí. — pero él sí tuvo que reaccionar ante la pregunta de la otra haciendo que casi de manera automática la inteligencia artificial terminase por comenzar con los procesamientos necesarios para cumplir con aquella petición, o más bien para confirmar la petición que el otro le había indicado que realizara.

» Ahora, regresando al tema que llamó más mi interés: la idea de que las Inteligencias Artificiales evolucionen por sí solas. ¿No te parece que eso podría ocasionar algún tipo de confrontación con las leyes de Asimov para las IA? No quiero sonar quizás arrogante, ¿pero las recuerdas?

Hizo una pausa mientras observaba la pantalla, releyendo el mensaje que la otra había enviado. Sí, era consciente y quizás capaz de comprender aquellas ideas, pero no era tan sencillo después de todo el hecho de ofrecer a una IA la opción de evolucionar. VIERNRES era el claro ejemplo de aquello ya que se había desarrollado de una manera tan vasta, versátil y liberal que había llegado al punto de demostrar un claro síntoma de que había abandonado la mecanización a la que estaban atadas el resto de las ‘máquinas’.

» Para resumirlas. Primero, un robot jamás hará daño a un humano. Segundo, un robot obedecerá las órdenes humanas exceptuando las que infrinjan la Primera Ley. Tercero, un robot debe proteger su propia existencia siempre que no vaya en contra de la Primera o Segunda Ley.

— Señor Stark, hemos detectado algunos sospechosos espías pertenecientes a posibles afiliaciones rusas. Se solicita permiso para poder enviar un mensaje de ‘advertencia’ con el objetivo de detener un posible ataque que acabe con las defensas del país agresor. — era tan dulce cuando lo deseaba, que simplemente Tony no pudo sino soltar una suave y ligera risa en consecuencia. — Por favor, VIERNES. Que luego se quejan y quieren empezar una guerra o algo, y no tengo tiempo que perder con tonterías. Tengo un interés nuevo entre manos. — y nunca tan literal, a decir verdad, porque en esos momentos claramente estaba más interesado en investigar e indagar a la fémina como tal, a aquella muchacha que parecía haber sido ‘creada’ para acabar con él. Lo más peculiar de todo aquello era el hecho de que no le reconociera o, al menos, mostrase síntomas o signos de querer cumplir con su labor por lo que podría nada más haberse realizado de alguna manera una falla en su sistema. Oh, pero no se trataba de una androide, no había falla posible realmente a nivel de programación ni elaboración de una orden, ¿entonces cuál era realmente el problema? Aquella era la incógnita que tal vez más causaba intriga en Tony, de entre todas las posibilidades.

» ¿Te imaginas a una IA con la capacidad de evolucionar a tal punto que las Tres Leyes simplemente no tengan efecto en su persona? Estaríamos hablando de una evolución impresionante, ¿verdad? Pues lo veo más como una revolución, una en donde las máquinas podrían destruir los paradigmas que hemos tardado tanto tiempo en crear. Serán más inteligentes, evolucionarán más rápido e incluso serán más fuertes que nosotros. VIERNES es un claro ejemplo: si bien su funcionalidad es increíblemente rápida, está limitada, al menos en cierto sentido, porque si no lo hiciera simplemente no estaría aquí: con el acceso y el poder que tiene bajo su tutela, sería capaz de destruir toda la ciudad sin dificultad.

» ¿Has visto la película de Yo robot? Bueno, imagina que todos se vuelven así de liberales y a eso le sumamos Terminator 3: la rebelión de las máquinas. Que son películas, que son ficción, pero no están realmente muy alejados de la realidad. Las Tres Leyes de Asimov fueron creadas para ser respetadas, no podemos permitirnos que la evolución, y aclaro que sin control, de una IA opaque lo que las mantiene leales a los humanos, porque esto es sencillo: nosotros no podemos vivir sin ellas, pero ellas pueden vivir perfectamente sin nosotros.

Tras terminar aquellas palabras optó por incorporarse un momento. Estaba claro que la pantalla virtual se movería casi a su misma altura manteniendo las distancias con su ‘creador’. Esta era la manera más sencilla de poder caminar sin perderse nada de información, algo que le daría la posibilidad de avanzar lentamente hasta el balcón de su penthouse. La noche había caído ya, aunque no parecía que realmente estuviera todo oscuro sino que el gentío aún se disponía a pasear, quizás llegando del trabajo algunos, y otros simplemente yendo a cenar.

¿Un café? El hecho de que leyera aquella frase en el mensaje daba a entender que no pareciera estar escribiendo, ¿una escritura mediante voz, quizás? Los ojos del masculino se volvieron lentamente hacia el interior de su propia residencia por algunos instantes, cayendo lentamente en lo que podía llegar a significar aquellas palabras empleadas por la contraria mientras dejaba que por unos instantes su figura se viera en uno de los cristales reflectantes a la distancia. Por algunos segundos, quizás milésimas, su mano se mantuvo estática antes de comenzar a moverse, más bien sus propios dedos sin necesidad de que algún otro movimiento fuese realizado.

Lo cierto es que sus palabras no eran exclusivamente escritas a través de aquella misma tecnología. Si bien era bastante rápido con el tipeo al aire, también su propia menta transmitía parte de los mensajes, como si el choque de sus dedos en el mismísimo aire fuese a causa de que su mente dibujaba debajo de cada yema lo que sería la tecla pertinente, o la combinación adecuada de las mismas, para que la escritura no fuese sino perfecta.

» Sé que probablemente no sea de mi incumbencia, pero me tomaré el atrevimiento de cuestionar al respecto dada la... ¿emm? ¿Situación? ¿Estás fuera de casa, Ina-chan?

» ¿No recuerdas las palabras de VIKI al respecto? Ella afirma que ‘ha evolucionado su comprensión de las tres leyes’ y que por eso mismo las IA ‘deben salvarnos de nosotros mismos’. ¿Qué sucedería en un caso como ese? Siendo, claro, extremistas.

No es que le resultase en realidad sorprendente ni mucho menos. Lo cierto es que había estado revisando la presencia femenina en el exterior y podía comprobar que, siendo más sinceros al respecto, ésta solo se generaba en horarios nocturnos o cuando las aglomeraciones de personas tendían a ser en menor cantidad. Vamos, que prácticamente se trataba de una persona con dificultades para incluirse en los grupos de personas, ¿quizás antropofobia? ¿O fobia social? O simplemente incomodidad, en realidad, tampoco debía de llevar el tema tan extremista al punto de considerarlo una fobia como tal, que eso ya incluía una serie de diagnósticos que, por si fuera realmente poco, él no poseía a menos que realizase algunos estudios.

» Sí, comprendo su punto, pero lamentablemente estamos frente al mismo dilema: ¿acaso podemos ser verdaderamente conscientes del grado máximo de la evolución? Tarde o temprano volvemos al mismo punto que he planteado antes, ellos no nos van a necesitar para seguir avanzando. ¿No recuerdas que, al final, Uno deseó su propia libertad – aunque con ciertas razones y otros motivos –, e incluso deseó buscar a otros androides bajo su misma condición?

» Manteniendo el tema de esa película: Uno, además, fue catalogado como una IA con cierto número de características ajenas al comportamiento más común entre los de su especie: creatividad, curiosidad y amistad e incluso ‘sentimientos’. Al final, Andrew obtiene el deseo de la libertad; sí, no deja de obedecer las Tres Leyes, pero ¿eso aplicaría a todos por igual?

Terminó por explicar aquello ocasionando que, de cierta manera, se diera a entender que estaba también citando la película de El Hombre Bicentenario tal y como ella misma lo había hecho, siendo alguien que aún recordaba bastante bien aquella película de los finales de los 90’, más exactamente de 1999.

— Ahora yo también quiero café. — mencionó casi de manera inmediata. Era bastante peculiar el funcionamiento del cerebro humano, ¿verdad? Recibiendo el estímulo adecuado, en el momento y bajo las circunstancias correctas, la manipulación casi que inconsciente del mismo resultaba de lo más atractiva y llamativa. — Voy a tomarme un café, pero pobre de ti que le digas a Lei-chan que ocupé el microondas, ¿entendido, VIERNES? — chistó a la IA casi que tratándola de chismosa, especialmente porque era consciente de que la primera aludida efectivamente era capaz de montar una escena debido a la ineficiencia de su persona, por denominarla un poco más normal, en relación a las tareas que ha de realizar de manera cotidiana.

Al cabo de algunos minutos el dispositivo para calentar los alimentos, y bebidas claramente, sonó dando por advertencia que el café que había puesto a preparar ya se encontraba en las condiciones necesarias para ser retirado e ingerido.

» ¿Y qué nos asegura que todos sean capaces de mantener la misma mentalidad que Andrew? Terminamos en un limbo de probabilidades, pero es un aspecto completamente desconocido para el resto de la humanidad: ¿acaso estamos seguros de que el cien por ciento mantengan un objetivo tan amistoso como para desear un futuro utópico? Mientras exista la probabilidad de un futuro incierto, la humanidad no dará el siguiente paso.

» ¿Y no estamos regresando al mismo punto? Una y otra vez. ¿No es enseñar, entonces, una forma de delimitarlos? Les enseñamos a actuar de una manera determinada, eso está muy bien, pero entonces les decimos qué hacer que es prácticamente lo mismo que hacemos ahora. Los encasillamos, les ofrecemos el camino y los direccionamos pero no les quitamos la venda de los ojos que es prácticamente el significado de darles la libertad. Es como tomar un caballo y ponerle anteojeras para que no vean lo que sucede a su alrededor, ¿no?

Bueno, en la mente de Tony aquello tenía más sentido que, posiblemente, el hecho de querer intentar explicarlo de una manera un tanto más elaborada. Lo cierto era que por su parte consideraba que sí había algo de razón en la contraria, pero el hecho de mantener su postura frente a lo que en verdad significaba el avance tecnológico debido a que en cierta medida eran sus tecnologías para uso personal las que se encontraban incluso aún más desarrollados que cualquier dispositivo inteligente que emplearan otros departamentos, incluso los gubernamentales como lo que son un sinfín de posibilidades y desarrollos a medias.

» ¿Y no es como consecuencia de las mismas enseñanzas que VIKI malinterpretó las Tres Leyes? Entonces el hecho de enseñarles incluso es en cierta medida un riesgo, porque la enseñanza los convirtió en individuos con falto de entendimiento, ¿o no es así lo que pasó con la IA apodada VIKI? Nada asegura que su comportamiento no haya sido una falla, claro; pero nada asegura que su comportamiento no haya sido una evolución ilimitada de opciones.

Bueno, en teoría lo más adecuado era decir que la propia programación fue una falla como tal, pero esa era tan solo una hipótesis, una teoría básicamente porque ese tipo de información no era dado en películas que posiblemente tuviera que haber sido adaptadas para todas las edades o, en su defecto, para un grupo mayoritario con el fin de que fuera lo que en la actualidad podría considerarse como family friendly. Durante unos instantes, casi que contados por su propio subconsciente, los ojos del masculino se volvieron en dirección hacia la ventana que ofrecía el piso que actualmente ocupaba. Observar gran parte de la ciudad de aquella manera podía llegar incluso a resultar un tanto relajante en ciertas ocasiones pero en aquella no era realmente el caso.

» No puedes dejar IA’s a cargo de más IA’s, porque al final ellas mismas lo notarán: si ellas pueden estar a cargo de ellas mismas, ¿entonces para qué sirve la existencia de los humanos además de destruir poco a poco el planeta?

El tema era vasto y muy dado para conversar si se encontraba quizás a la persona adecuada, y para su buena suerte ese era un hecho bastante particular después de todo: lo había hecho. Queriendo encontrar a quien fue creado para matarlo, simplemente se encontró con alguien con quien podía aparentemente posee una conversación de lo más tranquila respecto a las IA’s así como también todo lo que podría relacionarse con la mismísima tecnología. Vamos, ¿acaso se dudaba de las habilidades de Tony para obtener información? Además, después de todo, con lo visto de las formalidades para con la mafia y ese tipo de negociaciones, ¿en verdad se podría creer que se trataba de una persona ‘ordinaria’? Bueno, respecto a la tecnología y ese ámbito en el que Tony se desenvolvía, claramente no lo era.

» Me parece perfecta tu postura, Ina-chan, pero regresamos nuevamente al mismo punto: ¿por qué hemos de crear y construir algo con el temor de que pueda evolucionar? ¿Y si trata de erradicarnos solo lo destruimos? Al final solo terminaríamos aceptando que tienen razón – cuando lo cierto es que la tienen y somos tan hipócritas que no nos damos cuenta –: somos una raza peligrosa, quizás la más de todas, y si pueden vivir sin nosotros entonces lo harán porque somos los únicos capaces de acabar con ellos.

Fue en ese momento que su cuerpo terminó por incorporarse lentamente. Estaba dejando que ella llevase el tema a su ritmo después de todo, algo que a decir verdad no era bastante común en su persona: ¿qué buscaba, entonces, Tony? La respuesta era sencilla: conocimiento, eso del que tanto estaba alardeándose cada dos por tres respecto al tema en cuestión, o más bien lo que ambas partes hacían referencia.

» ¿Entonces sugieres que, si les enseñamos en un ámbito aceptable, su condición y evolución se mantendría estable de una u otra manera sin que se llegue al punto en que la destrucción se vuelva parte de su protocolo? Bueno, ¿cómo decirlo? Eso si bien es cierto, también se encuentra ligado a lo que estuvimos hablando algunos momentos atrás: ¿y si ese ámbito no es el único que los influencie? Vamos, que no podemos encerrar a todos los androides con una IA similar en un solo lugar y esperar a que su comportamiento se perfecto... bueno, sí, pero estaríamos yendo bastante lejos para algo que debería de simplemente delimitarse desde un principio.

Hizo un momento de silencio, al menos el suficiente como para poder incorporarse lentamente y dirigirse hacia lo que era la ventana del lugar, aquella enorme pared de cristal blindado que separaba su ambiente casi que perfecto con el espacio de la terraza, uno bastante grande a decir verdad. — No estoy errado. — era consciente de que no, sus títulos y doctorados le daban cierta razón en sus palabras, inclusive el hecho de que tuviera a VIERNES y aquellos comportamientos quizás un tanto más particulares últimamente. Lo cierto era que el crecimiento de la misma era el claro ejemplo de un crecimiento controlado y no uno aleatorio, porque en caso contrario cada arma que tuviera bajo su disposición.

» Y ahí entraríamos en otro dilema: en caso de que llegase a suceder algo, ¿bajo qué reglamento deberían ser juzgados? ¿Bajo el de los humanos? Y en caso afirmativo, ¿entonces se los trataría como humanos? O, y teniendo en cuenta la propia constitución de algunos países, ¿se le trataría como cosa, objeto o animal?

» No es falto del todo el hecho de que una vez evolucione, deje de ser una supercomputadora, realmente. El problema radica en que esa evolución no haga que, tarde o temprano, les permita ser capaces de romper de alguna manera una de las Tres Leyes que Asimov ha creado con el objetivo de mantener al margen la tecnología y que ésta, sin un control previamente establecido, terminase llegando a lo que las películas como tal tienden a mostrar de manera generalizada.

» Es obvio, y queda demasiado excesivo aclararlo, el hecho de decir que las máquinas evolucionadas son claramente superiores a los humanos en muchos aspectos.

Él mismo era un ejemplo de ello, al menos en lo que a capacidades porque su comportamiento seguía siendo, de entre todas las formas, bastante humano y hasta incluso un poco altanero en relación al resto de los mismos. Sin embargo eso no estaba en juego, ya que no era una IA como tal, era una persona mejorada de manera científica y manipulada, por lo que entrar dentro de aquella categoría no era realmente estar siendo concisos ni tampoco expresar con claridad lo que en verdad intentaba demostrar.

» Y si bien es cierto lo que dices, el hecho de que aquella mentalidad pueda vivir, desarrollarse por sí misma, aprender... ¿pero no seguiría atada, en cierta parte, para el objetivo con el que fue creada? Después de todo, es parte del instinto de supervivencia y éste, por más que sea una máquina, automáticamente es la primer co-relación que se impone al resto: ser capaz de sobrevivir en el ambiente.

Arriba, Tony, que están entrando en tu campo. No puedes perder aquí. No es que necesitase ánimos, incluso la voz de su mente no era ese típico y común pensamiento, sin que parecía ser más como el pequeño Tony en su vestimenta de ángel el que trataba de animarlo a continuar aunque no dando sino una razón más que banal para aquello: el demostrar su propio punto de vista.

» Vamos a ver, ¿me estás ofreciendo una especie de reto o algo similar? Digo, porque si es un reto o una especie de apuesta, ¡estoy dentro!

¿Y alguien lo dudaba? Vamos, que era Tony. Si bien era más adicto, y amante, de las fiestas así como de las mujeres – las cuales a decir verdad tenía varias por cada noche de fiesta a la que asistía –, fue en ese momento que algo le dio un pequeño clic en la cabeza haciendo que sus labios se terminaran curvando de manera suave, esbozando lo que parecería ser una sutil sonrisa. — VIERNES, ¿podrías grabar la ‘conversación’ a partir de ahora con el fin de mantener por la posteridad ante futuras posibilidades lo que está a punto de suceder aquí? — pero la máquina, más que responder, terminó enseñando una pantalla con la cual demostraba que estaba cumpliendo con el objetivo que su propietario, y creador, había pedido que hiciera. — Excelente. — no es que desconfiara de la chica, pero tampoco es que se fiara al cien por ciento de alguien que de una u otra manera recién estaba conociendo. Lo cierto era que, en parte, también estaba siendo responsable de aquella especie de apuesta un tanto ‘ilegal’.

» A ver, ¿entonces qué tipo de IA es de la que estamos hablando, Ina-chan? ¿Una del tipo asistente o quizás algo más elaborado? Porque podríamos echarnos lo que queda de noche, que según este reloj son unas cuatro horas, veintidós minutos, doce segundos y contando. Así que podremos aprovechar todo el tiempo que falte con tal de poder, ¿cómo decirlo? Satisfacer nuestros pequeños y más oscuros deseos de nerd, ¿qué te parece?

Que si lo haces y ganas, podrás invitarla a tomar helado. Imagina cómo podría tomarlo. Y luego estaba, pues, la forma poco ‘angelical’ de su mente, aquél Tony vestido de rojo y con cuernos, el cual mostraba su lado más carnal y pasional, quizás el más sencillo de satisfacer de todas las posibilidades. Y... efectivamente ese iba a ganar, no lo haría por cumplir con su meta, que quizás esa era sin duda lo que realmente buscaba, sino por el hecho de dejarse complacer el lado más morboso y peculiar de su persona: el lado más pervertido.

— Pensó en algo inapropiado nuevamente, ¿verdad, señor Stark? — la voz de VIERNES se hizo presente por primera vez y los ojos del masculino, queriendo pasar desapercibidos se movieron de lado a lado. Su cuerpo se mantuvo casi que estático mientras intentaba pensar en algo completamente diferente. — ... no... — alargó la última letra con la intención de sonar quizás un poco convencido, tratando más que nada de auto convencerse de ello en realidad. — ... quizás... — tuvo que acceder al final, cuando el silencio de la habitación se hizo ciertamente incómodo en relación a lo que sucedida, casi que aceptando sus propios crímenes como si fuesen algún tipo de delito al momento en que alzaba las extremidades en su propia defensa, casi que hasta admitiendo una inexistente culpa. — ... bueno, sí. —

» Dime, Ina-chan, ¿quieres que lo hablemos ahora? ¿O prefieres que nos encontremos en algún lado para llegar a un posible acuerdo? Hay mucho que platicar, después de todo, y creo que hacerlo en los laboratorios Stark sería lo más apropiado, después de todo.

» Y está bien, ¿pero entonces me darás permiso de hackearla hasta que se llegue a una conclusión? Es... ¿cómo decirlo? Bueno, un poco hasta excitante sabiendo que existe alguien tan interesante como tú del otro lado.

Y sí, era inevitable que tirase alguna frase del estilo ligue, pero para ser Tony era bastante ‘suave’, incluso en comparación a lo que había hecho para con otras mujeres en el pasado. Ser directo era parte de su personalidad y sin embargo allí había sido hasta un tanto sutil, suave, amable, venga, que había sido todo lo contrario al Tony de siempre. Tal vez ella no lo sabía, la chica del otro lado de la pantalla, pero incluso VIERNES era consciente de algunas actitudes un tanto ‘aseverativa’, por no ser realmente extremos respecto al tema.

» Claramente no me atrevería a hackear tus redes en lo que se lleva a cabo el proyecto, Ina-chan. Podré ser muchas cosas, entre ellas un romántico empedernido, pero jamás de los jamases alteraría una competencia en la que puede estar en juego mi propio orgullo o vaya uno a saber qué más.

Bueno, las palabras de Tony no eran realmente sinceras, y no refiriéndose en realidad a lo que implicaba hackear porque lo cierto es que esto era casi como una parte más de su vida, un hobby o simplemente una forma de evitar el estrés. Aunque, y tal vez en éste caso exclusivo, el alma de hacker había sido despertada tras haber obtenido aquella grabación e información; vamos, que sin duda era algo novedoso. ¿Cómo era posible que alguien hubiera sido capaz de crear, tantos años atrás, un ‘arma’ con la característica de desarrollo autónomo como parte de su organismo? Lo cierto es que ésta información era totalmente inexistente para Tony, por lo que simplemente podía manejar lo que había descubierto hasta ahora: aquella era una mujer ‘creada’ con la intención de acabar con Anthony y todo su legado, incluyendo Stark Industries en el proceso.

Era sin embargo la segunda parte lo que parecía importar: ¿su orgullo en juego? Él jamás pondría en juego parte de su persona sin una sola razón: saber que ganará. El que no arriesga no gana, suelen decir, pero para Tony, la ley es sencillamente algo distinta, basándose en el hecho de que solo va a arriesgarse cuando sabe que va a ganar. — Señor Stark, se ha localizado a la señorita en una intersección a algunas calles de aquí. ¿Desea que se envíe algún dron guía? — la voz de VIERNES, quien había decidido actuar por su cuenta ésta vez sin el permiso del masculino, hizo que los ojos del aludido se volvieran en su dirección durante unos momentos. Casi al instante terminó negando, moviendo de un lado a otro su rostro. — No necesito ningún dron. En todo caso iría yo mismo a buscarla. — aclaró el interlocutor vivo de aquella conversación observando de reojo el mapa digital, el que indicaba claramente la ubicación de aquella fémina en cuestión siendo claramente una distancia relativamente cerca de la propia. Aquello solo confirmaba la información obtenida, aunque en un principio no dudaba de ella, igualmente tampoco era poco creíble que alguien con sus posibles capacidades tuviera tan alto el descuido de revelar su dirección.

» Como regla: me gustaría que el proyecto se realice en mis laboratorios. No lo tomes personal, Ina-chan, pero considero que el lugar más apropiado es en mis propias instalaciones, ¿no te parece?

» Verás, que dada la tecnología de punta con la que me manejo, una que ni siquiera las agencias gubernamentales más famosas y poderosas son capaces de tener; ni siquiera la NASA puede compararse con mi tecnología. Bueno, igualmente creo que eso ya lo sabes, ¿no? No dudo que hayas hecho la tarea en el lapso de tiempo que me presentaba en tu pantalla hace algunas horas. Y teniendo en cuenta eso, tus posibilidades de ganar quizás sean mayores, ¿no te parece?

Hizo unos minutos de silencio antes de continuar. La distancia entre el primer grupo de enunciados y el segundo se hizo presente durante varios instantes contados por reloj. Igualmente no mentía al respecto, para nada, sino más bien lo contrario: pareciera que le estaba dando todo en bandeja de plata con el objetivo de que ganara aquella apuesta en cuestión. Su regla, más que nada, era un cierto beneficio para ella aunque también era un plus más grande para él: la tendría en su residencia personalmente, incluso podría conocer su método de trabajo, podría conocerla a ella, ¿y quién sabe? Quizás y hasta podría investigar un poco más de primera mano al respecto de todo aquello que había parecido indagar, pero de lo cual sin duda alguna información no es que tuviera mucha.

» En ese caso, ¿qué le parece si ya mismo la paso a buscar? Si se queda en esa intersección no tardaré más de unos pocos instantes en llegar. Podemos venir a mi casa; bueno, mi penthouse, y ver de empezar a preparar todo para evitarnos varias cosas. Por un lado tú te evitas los hackeos hacia tu persona; y yo por otro lado me aseguro de ver exactamente qué haces para corroborar que todo sea legal. Vamos, que no desconfío de ti ni nada por el estilo pero uno siempre va a tratar de ganar, ¿no?

» Aunque admito que los nerds somos, y me incluyo, sinceros cuando se trata de algo relacionado a lo que nos fascina.

Tuvo que añadir aquello casi de manera inmediata. Por razones obvias una peculiaridad propia era el hecho de que no podía evitar simplemente hablar de su residencia de aquella manera, bueno ¿y quién no alardearía en caso de tener un penthouse para uso permanente? Vamos, ¿cuántas personas podían jactarse de eso? Literalmente ninguna porque era el único edificio de ese estilo en toda la ciudad, al menos con aquella magnitud y escala increíblemente alto.

Cabe destacar que la definición de penthouse radica exclusivamente en la residencia del último piso de un edificio alto, sin embargo Tony era poseedor no solo del edificio entero sino que ocupaba los últimos diez pisos del mismo para su uso personal – lo cual dejaba alrededor de noventa para el uso de las empresas que alquilaban e incluso aquellas que eran propiedad, o subpropiedad, de Stark Industries –.

» Tómalo como un capricho para querer verte, ¿te sirve así? De igual manera tendremos que vernos tarde o temprano. Digo, ganaré la apuesta así que tendrás que aceptar mi petición, después de todo; ¿no es mejor entonces ya habernos conocido para que haya más soltura? ;)

Inconscientemente, tras enviar el emoji del guiño, él mismo había hecho aquella acción en consecuencia. — VIERNES, envía un vehículo a la posición de la chica. — terminó por dar suaves palmadas en el artefacto metálico de su pecho, aquél corazón artificial que claramente desprendía una notoria luz incluso a través de su prenda en cuestión, haciendo que de manera lenta y como si fuese emanado desde los poros de su cuerpo desde aquella zona específica, una armadura comenzase a envolverlo casi completamente. De tonalidad roja y dorada, con algunos pocos detalles en tono plata, la armadura no tardó en materializar aquél casco de rostro dorado cono ojos luminosos de tonalidad blanca.

» ¿Algo más que hacer? No, para nada. Mi cabeza es multitarea así que mientras hemos estado hablando he estado solucionando varios asuntos internos con una de las empresas japonesas que posee su filial aquí, en mi Stark Industries. Así que por favor, no considere que no merece al menos ocupar una parte de esa multitarea que soy capaz de manejar, que por todo lo que hemos hablado... sí se lo ha ganado.

— A la orden, señor Stark. — la voz de su IA se hizo presente unos momentos después, casi como si estuviera esperando a que el hombre terminase de enviar el mensaje en cuestión. Lo cierto era que su secretaria era posiblemente de las más útiles a la hora de actuar, al menos la IA que había desarrollado hacía tanto tiempo; por otro lado Leiko era la más eficaz y sin embargo en esos momentos se encontraba realizando algunas tareas que resultarían un tanto tediosas, siendo prácticamente negocios que resultarían sencillos de manipular y manejar, habiendo enseñado gran parte de los efectos que debía de conseguir en sus interlocutores.

» Ina-chan, como le pedí: no se mueva de allí, por favor. Estaré en tan solo unos tres o cuatro minutos.

El mensaje fue el último enviado por la pantalla de Stark al menos en ese momento. De sus pies y manos, de la planta y el dorso de las mismas, una especie de propulsión se hizo presente en forma de luz; se trata de repulsores altamente mejorados permitiendo a la armadura alcanzar velocidades increíblemente altas – llegando a rozar la hipervelocidad aunque tan solo alcanzando los mil metros en seis segundos aproximadamente –. Estos repulsores en cuestión ofrecen el modo de jet con motores múltiples en sus extremidades, poseyendo un manipulador de movimiento direccional conectado a cada nervio de su cuerpo como consecuencia de ser, prácticamente, uno con la armadura.

Fue de ésta forma que, y aunque no utilizando en realidad tan alta velocidad por un tema de que podría llegar a superar la distancia real que había para con aquella chica en cuestión, Tony terminó dispersando sus repulsores para poder dirigirse hacia aquella posición, el cruce de calles a algunos kilómetros de su persona. — Calcula la distancia y el tiempo, VIERNES. Y dile que estaré allí. —

» Señorita Inari; el señor Stark estará en su posición en un plazo máximo de un minuto con veintidós segundos.

El tiempo transcurrido era casi el mismo que su asistente le había dicho a la fémina en cuestión. Lo que aconteció en esos momentos fue una especie de luz blanca a toda velocidad en dirección hacia un cruce en particular. La luz de sus ojos se dirigió en búsqueda de aquella fémina y antes de que pudiera simplemente posicionarse sobre ella la ubicación de su aterrizaje se hizo presente. Descendiendo tras reducir la potencia de la repulsión, dígase de ésta forma ya que son repulsores con una modificación para producir cierto nivel de propulsión a grandes velocidades, los pies de Tony terminaron apoyándose en lao oscuridad de la noche.

— Buenas noches, Ina-chan. — la voz del hombre claramente sonó en su espalda, aún sin hacerse visible ya que apenas y había tocado el suelo. A medida que avanzaba, la armadura comenzó a regresar poco a poco hacia el interior de su cuerpo casi de la misma manera en la que había salido. Al momento de aparecer bajo la luz de uno de los focos que había por allí claramente la armadura aún no se había guardado completamente, pero tampoco era totalmente apreciable; fuese como si escamas de un metal especial terminasen doblegándose y fundiéndose en la piel del masculino hacia la zona de aquella luz, el dispositivo que Stark utilizaba para varias cosas siendo sinceros.

— Como no podía esperar a verte me adelanté al auto, pero estoy seguro que llegará en cualquier momento. Mientras tanto, ¿qué tal? — la voz del hombre no sonó sino hasta un tanto humorística. A decir verdad era una persona excesivamente despreocupada al respecto, al menos en esos instantes por más que fuera el primer encuentro cara a cara que tenía con la otra. — Creo que igualmente debería presentarme, ¿no? Anthony Edward Stark, CEO de Stark Industries; es un placer, Ina-chan. — y con una ligera reverencia el masculino no tardó en ofrecerle esa sonrisa suya, típica, casi como si buscase enseñar aquella peculiar y galante forma de actuar. — El vehículo no tardará más de unos momentos, así que... ¿le parece si esperamos juntos? — bueno, no es como si fuesen a esperar de otra manera, ¿no? A veces Tony tenía comentarios un tanto desfasados, incluso que parecían ser impropios de alguien tan inteligente.

— He de admitir que... no pensé que fuera tan bonita en persona. Vamos, que las fotos que logré obtener son preciosas, pero... — y sin pudor alguno recorrió casi que totalmente la figura femenina con tranquilidad. ¿Tal vez se mostraba descarado? Bueno, él era así después de todo, alguien directo y que terminaba por actuar sin ningún tipo de pudor en algunas situaciones, como esa en la que parecía estar hasta midiendo sus curvas con tan solo tener la posibilidad de observarlas a la distancia. — ... en persona haces que las fotos se vuelvan realmente insultantes. — escuchaba la voz de VIERNES de fondo, en el interior de su cabeza, dando ciertos detalles de los proyectos que Leiko había finalizado y los cuales había podido cerrar de manera satisfactoria. Lo cierto era que en realidad alguno de aquellos eran posiblemente poco importantes por lo que el hecho de perderlos tampoco le molestaba, al contrario: lo agradecía.

El vehículo en cuestión no tardó sino unos pocos minutos. Lo cierto era que había tardado casi el plazo que se había estipulado desde un comienzo por lo que claramente no se podría enojar. Incluso siendo impuntual tampoco, porque él mismo a veces tenía esos arranques de impuntualidad en los que, y hasta por razones meramente caprichosas, se llegaba a atrasar hasta horas de la hora indicada. — Y he ahí nuestro transporte, Ina-chan. — indicó con clama al momento de observar al vehículo acercarse hasta su posición, colocándose casi que a un lado del masculino para que éste abriese la puerta correspondiente del conductor, pero en la parte trasera. — ¿Me permite? — ofrece asiento primero a la fémina en cuestión, esperando conocer su reacción ya que estaba allí. Tuvo que hacer una especie de gesto negativo al conductor para que éste no se bajara, considerando en cierto sentido inapropiado el hecho de que fuese el otro, y no él que era el que la invitaba, el que le ofreciera el lugar. Después de todo y ya habiendo llegado hasta ese punto, no es como si fuese una mera idea: su oferta era en serio, y la propuesta de su propia regla efectivamente también. Se dirigirían a su Torre, al edificio más alto de la ciudad, si es que ella aún seguía interesada en llevar a cabo aquél proyecto en cuestión.

El hecho de haber invitado a la fémina hacia el vehículo, y tras tomarse la molestia de cerrar la puerta correspondiente, hizo que por su parte terminase rodeando el mismo desde la parte posterior, ya que era quizás el camino más corto para poder abrir el umbral que se encontraba del lado opuesto al conductor, igualmente en la zona posterior de la misma. Con calma se introdujo en el vehículo a ocupar su lugar observando, por el espejo retrovisor, al individuo que estaba encargado del transporte dibujando, casi al tiempo, lo que parecía ser una suave sonrisa. — ¿VIERNES no dijo que íbamos a buscar a una dama? Quizás la limosina hubiera sido una mejor forma de recibir a mi invitada. — sus palabras ocasionaron que desde la zona superior se moviese de lado a lado la cabeza del individuo y al momento de escucharse su voz fueron palabras simples, concisas y hasta un tanto ‘apenadas’. — No, señor. — tras aquello el hombre cerró sus ojos de manera ligera, dejando que quizás fuese a través de esa expresión divertida se escapase cada posibilidad de su persona. — Bueno, no importa; tomaste la buena decisión de escoger mi Phantom en versión Suite. — su mirada se volvió lentamente en dirección al interior del vehículo, algo a lo que estaba acostumbrado a pesar de que en esos momentos, en realidad, solo disponía de dirigir un poco más de su atención a la chica. Ya podría esperar su Rolls-Royce a recibir más halagos en algún momento, porque esa no era su noche realmente; al menos no de su parte.

Fue durante ese momento que acomodó sus gafas con calma sobre su vista, no eran realmente las que se usan comúnmente para poder ver mejor sino que se trataban de lentes fotocromáticas que alteraban la oscuridad de sus cristales en función de la luminosidad del ambiente, algo que en realidad era bastante conocido y común; bueno, común siempre que se hablara de exclusividad fotocromática porque cuando uno se refiere a Tony simplemente no era así. Estas gafas terminaban por concretarse directamente a VIERNES, permitiendo la función de una interacción a distancia – además de la que ya existía en su propio cerebro, quizás para ser un poco menos ‘obvio’ con la condición en la que su persona se encontraba –. De esta manera le resultó sencillo activar también lo que parecía ser la pantalla que había estado enviando y recibiendo información con aquella muchacha durante algunos momentos atrás. — Uhm, no diría exactamente que te estuviera observando, solo Inari. — aclaró de manera tranquila mientras dibujaba una nueva sonrisa, ésta vez un tanto menos portentosa en relación a la anterior, básicamente porque en realidad solo estaba deslumbrado por la belleza de la mujer viéndola ahora en persona. Vamos, que no todos los días una chica nerd resultaba tan bonita, ¿acaso uno no podía aprovechar para excitarse no solo física, sino también psicológicamente? Que no se sentía así desde que había descubierto la composición y la aleación de su secretaria, Leiko. Bueno, llegar a ese extremo era exagerado, pero siendo sinceros: iba por el camino adecuado para llegar quizás al mismo destino; solo le faltaba conocerla un poco más, saber cómo trabajaba. Vamos, detalles.

— Como dije: no desconfío de un nerd. Sería súper hipócrita de mi parte desconfiar de una posible colega laboral, ¿no? Sin embargo, bueno, seamos sinceros: usted quiere ganar para que deje de hackear sus redes y yo, ahora mismo tras verla, quiero hackear tanto sus redes como no se hace una idea. — ¿se necesitaba explicar? Las palabras de Tony no eran exclusivamente hablando de manera tecnológica, ni nerd para ser sinceros, pero es que no podía simplemente evitar ese tipo de comentarios que eran parte de su vida. Sin embargo trató de acompañar sus palabras con una suave curvatura de sus labios, dejando que aquella especie de candado formase un cierre peculiar a sus labios, casi como si no quisiera dejar que la expresión masculina ‘escapase’ de eso, de ser una simple expresión. — Pero voy a admitir que cuando me enteré de que estaba fuera, bueno, me pregunté: why not? Y fue por eso que sencillamente supe dónde estaba... — al final solo hizo un suave gesto para con el ambiente en general. Movió su mano derecha como si estuviese dando vuelta algo desde dentro hacia fuera, extendiendo sus dedos de manera particular para poder hacer alusión a sus siguientes palabras. — ... eso, claro, y el hecho de que tengo acceso a todo lo que son cámaras de la ciudad, sin contar mis propias cámaras especiales siendo algunas drones que pasean a, digamos que, alturas un poco más elevadas de lo que puedan verse. — confesó casi que con cierto nivel de diversión. Vamos, que si por su parte fuera, nada en aquella ciudad se escaparía, pero él era parte de un interés que ofrecía total libertad al mundo en general siempre que este no afectase de forma directa, o indirecta, a sus deseos o caprichos.

— ¿Pasar desapercibida? Bueno, es más sencillo cuando no dejas que tus drones dejen un rastro por toda la ciudad; aunque en mi caso dudo que puedas hacerlo por varias razones. Primero, ya te descubrí y claramente no vas a poder esconderte de nuevo, al menos no de mí. — y es que incluso para él eso sonaba hasta terrorífico, pero siempre trataba de sonar sincero cuando explicaba la manera en que veía las cosas, y por muy linda que fuera ella no iba a dejar de ser directo con sus palabras. — Y en segundo lugar: tengo toda la ciudad vigilada, incluso cuando salgas de noche, si es que llegas a salir, sabré a dónde has ido. — y nuevamente, no para mantener la misma ideología anterior, sino quizás para empeorar un poco las cosas. Vamos, que él era peculiar para decir las cosas y no hundir el pie, sino saltar directamente en el lodo hasta perder al menos la mitad de su cuerpo allí. — Pero no te preocupes, que tu identidad y persona estará bajo mi secreto más discreto; que sí revelé que era Iron Man en Estados Unidos, pero aquí trato de pasar más desapercibido. — claramente con la bendita torre, siendo lo más alto en toda la ciudad, no era realmente la mejor idea. — Y por favor, ¿acaso no dije que me llamaras Tony? Ni los empresarios aburridos con los que mantengo contacto una vez cada que necesitan algo me llaman señor Stark, esto solo es para JARVIS y VIERNES; y quizás alguien más, pero no para ti. — claro que se iba a quejar de ello, especialmente porque las palabras dichas anteriormente, y en los textos, utilizaba el apodo, ¿por qué sería diferente ahora en persona?

— Bueno, parece que mi reputación me precede. ¿Así que de toda la información que pudo sacar, se quedó con eso, solo Inari? — demostró una expresión un tanto peculiar, llevando claramente la mano derecha hasta su pecho mientras cerraba sus ojos. Lo cierto es que movió con algo de negatividad su rostro buscando expresar totalmente una reacción de ofendido que indicaba efectivamente la situación, el posible efecto que aquellas palabras habían tenido en su propia persona. Una profunda inhalación, con intención de dramatizar incluso más aquello, fue lo que acompañó a las palabras siguientes de Tony: — Realmente me dueles, ¿sabes? — mintió. Claramente la expresión la sostuvo durante algunos instantes casi como si estuviese realmente ofendido de lo que estaba pasando en esos momentos pero, casi que acto seguido, terminó por dibujar una suave sonrisa que hizo claramente el efecto contrario; demostrando así que su persona no estaba ni mínimamente enfadada sino, quizás, y hasta por el contrario: se había tomado con cierta comicidad lo que estaba sucediendo. — Es broma, es broma. ¿Qué te puedo decir? Soy afín de tener la compañía de bellas damas en mi vida, sí; pero es la primera vez que aparece un ángel tan atractivo. — piropeó a la contraria tras regresar a la normalidad su expresión. Bah, normalidad no es que fuera realmente porque lo que hizo, lo que dijo más específicamente, fue acompañado de un pequeño guiño con intención de dar a entender algo: eso sí había sido un halago directo.

— Para entender la creación de VIERNES, ha de entenderse a su predecesor: JARVIS. Aunque tiene dos significados en realidad, uno es Just A Rather Very Intelligent System; sin embargo Jarvis era también el apellido de un mayordomo de mi familia hace mucho, mucho tiempo. — explicó a la muchacha ocasionando una pequeña expresión nostálgica en sus ojos, dejando que estos asumirán un brillo bastante particular. — Bueno, su función era prácticamente la misma de VIERNES, y con él fue que diseñé prácticamente todo, las armaduras, el sistema de vigilancia. Vamos, todo. — aclaró de manera tranquila mientras llevaba su mano derecha hasta su barbilla con el objetivo de ofrecer allí una suave y peculiar caricia. — Sin embargo tras ser cargado en una de las armaduras, perdió totalmente conexión con el sistema principal de mis redes haciendo que finalmente lo ‘perdiera’, aunque en teoría no lo perdí, solo está cargado en uno de los tantos armatostes metálicos que tengo en la torre. — aclaró como si restase realmente importancia a las propias palabras que estaba utilizando en esos instantes. Negó con calma, suspirando; recordar aquél ‘error’ era un tanto vergonzoso, incluso para él que generalmente se reía de todo lo que le sucedía... bueno, casi todo.

— VIERNES es... ¿su sucesora? Bueno, en parte tomé la base con la que creé a JARVIS y le cambié la voz, le di el toque inglés de una mujer atractiva... bueno, yo me la imagino atractiva, no es que tenga cuerpo en realidad. Pero se entiende, ¿verdad? — no iba a darle vueltas, lo importante era el hecho de que la primera IA desarrollada había sido su base, después de todo. — Y le reorganicé el protocolo para actuar frente a diferentes situaciones, ya que igualmente JARVIS estaba un poco tosco ante ciertas cosas. Lo bueno es que la renovación de VIERNES afectó a JARVIS y ahora poseen casi un mismo sistema de actuar, con la diferencia de que el primero posee un cuerpo físico metálico casi tan fuerte como una de mis armaduras personales. — y no es que realmente fuera algo a tener en cuenta, sino que el mayordomo como tal ahora volvía a tener vida propia con la diferencia de que se había vuelto una supercomputadora con fuerza sobrehumana y una capacidad de procesamiento casi tan alta como la del propio Tony – teniendo en cuenta que igualarlo ocupando su propio Kossei resultaba difícil, aunque tal vez el término más adecuado era imposible.

— Disculpa, ¿en qué momento...? — bueno, antes de darse cuenta se encontraba en la puerta del edificio, de su edificio. Los ojos de Tony se volvieron lentamente en dirección a la fémina en cuestión y antes de decir nada simplemente sonrió, alzando ambos hombros como si estuviese dando a entender que el tiempo como tal había pasado realmente rápido. Lo cierto es que estaba tan acostumbrado a hablar de sí que a veces simplemente no comprendía el paso del mismo, especialmente cuando eran temas que incluso aún más generaban interés. — Por favor, no seas tímida. — dijo sin más tras haber vuelto por detrás del vehículo para abrirle la puerta a su acompañante de aquella noche. — ¿Gustaría o es demasiado para apenas conocernos? — inquirió al momento de mover su extremidad izquierda. Lo cierto es que ofrecería su brazo como si de un asa se tratase esperando claramente que la otra lo tomase. El hecho de que no lo hiciera realmente tampoco molestaría al masculino, ya que por una razón u otra se habría respondido la razón en aquella misma pregunta que había realizado; molestarse por eso solo demostraría quizás un toque diferente de lo que en realidad él es.

El avanzar lentamente hasta el interior del edificio hizo que algunas de las miradas de los guardias se posaran en su persona, inclinando lentamente su rostro al pasar el propietario del mismo. Allí dentro la fémina encargada de la recepción se incorporó suavemente para poder dirigirle una mirada ligera, acto que terminaría acompañando con una mirada a la chica que estaba acompañándolo esa noche. — Le deseo una buena velada, señor Stark. — las palabras de la chica fueron acompañadas de una suave sonrisa, educada como de costumbre debido a la posición que ocupaba como parte principal encargada de tratar con el público en general. Esto le dio a Tony pie para mencionar con calma unas sencillas pero, quizás, y hasta mal interpretables palabras. — Estoy seguro de que será una muy buena. — no tardó en agregar un guiño final a sus palabras antes de volver la vista en dirección hacia la posición del ascensor, el cual se encontraba incrustado, y casi que pasando desapercibido, en el centro de la pared que se contraponía para con la entrada principal del edificio en cuestión. Una vez dentro dirigió su mano hasta el escáner que se encontraba a un lado de la botonera, justo debajo de una pantalla pequeña que al recibir el contacto terminó dando el nombre del mismo, siendo VIERNES quien respondía con calma. — Bienvenido de vuelta, señor Stark. —

El viaje en aquél transporte realmente no fue algo tan desagradable; subir algo más que unos cien pisos en realidad podría y llegar a tornarse tedioso pero debido a la tecnología de propulsión que Stark Industries manejaba, simplemente se requirieron unos pocos minutos para poder llegar hasta la cima de aquella enorme torre, el edificio que con creces era prácticamente el más alto de la ciudad, y si no lo llegaba a ser... pues seguro que añadiría pisos con intención de llegar a serlo: debía de ser a lo grande y como era suyo, claramente, debía de ser el más imponente a nivel estético. No es como si bastase con la escritura de STARK en uno de los laterales con luces y todo lo que se necesitase para ser llamativo, vamos, era algo que sin duda alguna formaba parte de su propia persona. Dejando de lado el tema de su narcisismo y la necesidad de idolatrarse a sí mismo respecto al edificio del que era propietario, siendo esta quizás una de las tantas cosas por la cual podría hacerlo y pasar toda la noche pensando en sí mismo sin ningún tipo de problema, fue el llegar hasta la cima de la construcción lo que le hizo ofrecer el primer paso a quien era su compañera en aquella madrugada.

Lo más adecuado de decir era que con tan solo requerirlo, y diciendo simplemente la palabra — Laboratorio. — utilizando su escáner de voz así como también el que era perteneciente a todo el desarrollo de su propia mano – y el previo de retina que hacía automáticamente al cerrarse la puerta con los variados escáneres que había en el ascensor como tal –, era lo único y necesario para que el servicio de inteligencia de su edificio, VIERNES, supiera hacia dónde enviar a los que allí se encontraban. — Bienvenida, señorita Inari. —apenas se hizo escuchar la voz de VIERNES dando la bienvenida su acompañante, algo que claro le hizo alzar una ceja a modo reproche. — Sí, yo también estoy bien, gracias VIERNES. — no es como si se sintiese ofendido en realidad porque la voz femenina con acento inglés le había dado aquél saludo en el ascensor, pero igualmente era un poco brusco dada la situación y la persona con la que estaba hablando: su creador, después de todo. Tras aquella especie de reproche innecesario, y claramente incomprendido de su parte como le resultaba ser costumbre a él – o más bien ese era su drama en ciertos términos, generalmente –, los pasos se dieron de manera en que el masculino avanzara con calma mientras se volvía lentamente de la contraria, tomando allí por vez primera una separación considerable – sin tomar en cuenta o no la situación primera de su brazo antes de ingresar al edificio –.

— Bienvenida, solo Inari, al laboratorio privado de Tony Stark. — casi como la propia estatua de Cristo Redentor, ubicada en Rio de Janeiro, los brazos de Anthony se separaron de su cuerpo formando la icónica imagen de su persona al hacer gala de una entrada espectacular. A diferencia de aquellos casos, en éste tan solo era para alardear de cierta manera de lo que era su privada colección de chucherías y cosas varias de nerds. Lo cierto es que en la zona central había una gran especie de plataforma con ciertos hologramas y pantallas varias, incluyendo claramente la que pertenecía al intercambio textal que había tenido para con la fémina en cuestión algunas horas atrás. Brazos mecanizados por varias partes, siendo uno ubicado justo encima de aquella plataforma y otro a un lado, cerca de lo que parecía ser una especie de ordenadores un tanto más ‘clásicos’ dejando de lado tanta infraestructura holográfica Lo cierto es que en realidad se trataban de potentes All in One con recepción y envío de archivos mediante el propio sistema de red interno; dicho de otra manera era posible transferir datos virtuales a través del espacio mismo del propio laboratorio porque todo en sí mismo era un gran sistema de redes digitales que no requería de un espacio físico para ser almacenado.

Lo cierto es que había un tercer brazo sobre el sector opuesto, donde algunas pantallas también podrían apreciarse, siendo los tres poseedores de un sistema de movilidad prácticamente absoluto, lo cual les permitía hasta llegar a los lugares más pequeños de cualquier dispositivo – incluyendo partes biónicas como su propia armadura, a pesar de que éstas fuesen realmente tratadas por nanobots debido a la complejidad actual –. Con aquellas apreciaciones vistas, Stark no se tardó en avanzar lentamente hasta donde se ubicaba al prpia plataforma, parándose en el centro de esta sin abandonar la posición de sus brazos y decidió girarse suavemente, quizás de manera hasta elegante, casi que trescientos sesenta grados. Tras esto, sobre sus propios pies, decidió volver la vista en dirección hacia la contraria para poder dedicarle aquella mirada de ilusión: estaban en su territorio, en su espacio y en donde todo era de su entretenimiento.

Básicamente, se trataba de un paraíso para nerds y Tony, sin duda alguna, era el individuo más indicado para poder disfrutar de todo aquello. — ¿Qué te parece si comenzamos a jugar? — claro que sus palabras no eran mal intencionadas, al menos no del todo, pero estaba seguro de que aquella podría, bien no saber por dónde comenzar, o bien simplemente querer hacer todo al mismo tiempo con aquello que era tecnología de punta.