Una charla casual (Priv Mihail Uraneshi)

 Hacía ya un largo tiempo desde que había sido confinado a vivir como un simple humano, de hecho se había adaptado perfectamente a aquella vida bajo la identidad de un simple vendedor de antiguedades, aunque cuando la situación se salía de control era cuando su verdadera naturaleza salía a la luz para lograr aquel equilibrio anhelado.

Aunque por el momento todo parecía estar en calma salvo por algún que otro ligero incidente con algunos demonios que solían ir en busca de presar fáciles y generar algún que otro conflicto,  aunque librarse de los mismos parecía ser una simple rutina después de todo lo había hecho por años, aunque en su interior hubiera una ligera disputa entre la luz y la oscuridad, de hecho aún recordaba su caída y aquella vieja promesa hecha a aquella mujer junto a aquel colgante que solía portar siempre consigo oculto entre sus vestimentas, el cual  a simple vista parecía ser solamente una pequeña gema aunque en realidad esta encerraba cierto misterio el cual  el y solo unos pocos conocían.

Aquel día había decido cerrar tempranamente aquella tienda que había instalado en la ciudad de Nueva York para poder conocer un poco más de aquella ciudad ya que pensaba quedarse allí por un tiempo, aunque fué una presencia lo que le condujo finalmente a aquel parque, aquella misma por alguna razón se le hacía familiar como si no fuera la única vez que la sentía.

Aunque no era una presencia maligna como la de aquellos demonios a los cuales solía enfrentar de hecho parecía todo lo contrario lo cual en cierta forma se le hacía un tanto curioso ya que se pregunta que estaría haciendo allí en mitad de aquel parque cuando pronto caería la noche y  aquel sitio se tornaría menos concurrido, cubierto bajo un traje de una tonalidad oscura  y junto a aquellas gafas que cubrían ligeramente sus ojos aunque no las necesitara se encaminó hacia la misma.

Para finalmente observar a un joven sentado en una banca como si le hubiera estado esperando todo aquel tiempo y sin mas se dispuso a tomar finalmente la palabra con una voz calma.

- Espero no haberte hecho esperar, de hecho ha sido un largo tiempo sin verte  Sariel aunque parece ser que será una noche agradable.

Aunque no portara aquellas vestimentas del pasado sabía que sin lugar a dudas aquel joven le reconocería .

 Aquel confinamiento podía ser una tortura sin embargo jamás había reprochado por el mismo de hecho no parecía actuar como el resto de los caídos ni andar buscando conflictos, así que seguramente para aquel joven el hallarle había representado un reto, después de todo no había mostrado su verdadero ser a menos que la situación lo requiriera o que aquellos demonios a los cuales solía cazar fueran absolutamente una amenaza.

Aunque allí estaba ahora frente a aquel joven con aquella apariencia humana que había adoptado hace largo tiempo oyendo lo que decía sobre el tiempo humano y sobre el convivir con los mismos ante lo cual sonrió gentilmente

- A decir verdad es muy diferente al Paraíso si bien tiene su belleza también tiene su caos después de todo los humanos tienden a pecar.

Si aquella raza no era perfecta aún cuando había sido creada por aquel a quien llamaban " Dios "  aunque quizá aquello solo era una prueba del mismo para ver si eran dignos de poder acceder a aquel lugar llamado " Paraíso ", al oír lo que decía sobre la noche asintió ligeramente ya que en aquel mismo lugar de donde provenía aquel joven no existía rastro de oscuridad alguna y la noche formaba parte de la misma.

- Pues estás en lo cierto Sariel allí todo es luz aunque la noche tiene su belleza pero también esconde peligros sin embargo si lo ves desde otra perspectiva es la noche y el día forman un balance para la vida.

Si quizá su forma de ser iba en contra del creador aunque Mihail a pesar de ser un caído no parecía dejar que aquella oscuridad en su interior le consumiera, aunque aquella pregunta sobre el Mercado negro le sorprendió un poco ya que no esperaba que aquel joven estuviera interesado en el mismo.

- Si he oído sobre el mismo, acaso estás interesado en este?  después de todo lo que ocurre en el mismo va en contra de los principios de los celestiales, según se en el mismo se pueden adquirir seres que se consideran un peligro aunque todo ser que cae en el mismo es privado de su libertad y pasa a ser considerado como simple mercancía para ser vendida a aquel que pueda solventar el gasto.

 Existía una gran diferencia entre aquel mundo y el de los celestiales, aunque había sido confinado a vivir en el mismo hace años jamás había reprochado sobre ello de hecho parecía haberse adaptado al mismo aunque no había tenido ocasión alguna de entablar una charla amena con uno de sus viejos compañeros como ahora parecía tenerla por un largo tiempo.

- Por esa misma razón son una raza sumamente curiosa e interesante ya que nunca dejarán de sorprendente con sus acciones.

Después de todo si  bien eran considerados una raza débil por el resto a veces podían llegar a demostrar una fortaleza absoluta aún cuando tenían una gran adversidad por delante lo cual prácticamente los hacía impredecibles y quizá por esa misma razón los demonios andaban en su búsqueda, aunque por otra parte Mihail ahora estaba en el límite entre la luz y la oscuridad así que podría decirse que entendía aquel temor de los mismos hacia lo que podría ocurrir si se caía definitivamente en esta.

- Ese es el temor a lo desconocido aunque aprendieron que el destino es algo impredecible así que podría decirse que dan su mayor esfuerzo cada día.

Aunque se preguntaba cual podría ser el interés de su compañero en aquel Mercado negro, ya que aquel sitio no parecía tener regla alguna, aunque al oír sus palabras sobre el mismo pudo comprenderlo con claridad.

- Entiendo a decir verdad el mercado negro es como la tienda de pets venden toda clase de seres sin embargo su trato para con los mismos es diferente, aquellos que caen en el mercado son cazados como simples presas y retenidos en contra de su voluntad,  así que es probable que algunos de los nuestros hallan caído en sus manos.