[Libre] La libertad de mirar en el puente

Hace algunos días que había llegado a la ciudad, no tenía mucho que acomodar porque estaría en un hotel las primeras semanas antes de buscar un alojamiento definitivo en esa ciudad, además todo dependía del encuentro con aquella persona de las cartas.

Por ahora debería matar el tiempo y nada mejor que tomar el aire en el puente, o eso le parecía una buena idea en un principio antes de ir a comprar ropa para su alter ego. Dejaba que la brisa moviera sus cabellos mientras miraba el agua, porque mirar los autos pasar no le parecía nada divertido y le hacía recordar el estar encerrada en casa. La inmensidad del bloque de agua rodeado por los edificios le hacía sentir libertad, esa que siempre podía disfrutar cuando salía a estudiar al extranjero.

No era divertido disfrutar de un lugar así, pero en esa ciudad no tenía conocidos y mucho menos amigos salvo Ki, él si conocía a algunas personas de Nueva York gracias a sus salidas nocturnas en los intercambios y por eso su móvil estaba lleno de mensajes de chicas y chicos que esperaban salir de noche con él. A veces envidiaba a su otro yo que podía hacer lo que quisiera sin sentirse atado como ella se sentía. A veces se sentía como dos personas diferentes siendo que Ki y ella eran lo mismo.

Contestó algunos mensajes de su buzón pues llevaba horas ignorándolos, cuestionándose si era algo bueno o malo que él fuera tan popular. Se giró para apoyar la espalda contra la baranda y cerró sus ojos con el teléfono en sus manos. Se imaginó una vida donde no tuviera que recurrir a su otro cuerpo para vivirla y que no todo fuera estudiar y almacenar conocimientos. Inmersa en sus pensamientos no se percató de que el smartphone se le caía de las manos hasta que escuchó el ruido que hizo al chocar con el piso.

Sus ojos se abrieron como platos sin reaccionar de inmediato para agacharse y recoger el objeto, es casi como si se hubiera paralizado. En ese momento un amable joven en ropas deportivas se detiene y le entrega el aparato.

-Gra… gracias…- Agachó la mirada avergonzada por casi perder su teléfono en el puente. -Debí… estar… más atenta…- dice con una voz muy bajita pues se ponía nerviosa con extraños.

Luego de unos segundos subió la mirada y pudo ver al hombre de negros cabellos que la había ayudado con su teléfono y lo reconoció a pesar de no estar en sus ropas de cuando cantaba, pudo ver que era el vocalista de una banda que había escuchado hace poco. Buscó en su mente el nombre, no era uno común por lo que pronto daría con él. Y aunque no diera con él tampoco es que fuera a decirle algo, gritar como fangirl o pedirle un autógrafo, al menos no en ese cuerpo.

-E…lion…- Murmuró para si misma sabiendo que no era del todo el nombre, más fue lo que pudo recordar. Tomó un poco de aire antes de volver a pronunciar palabra al otro. -Siento… haberle molestado…-

Sus mejillas estaban algo rojas por la vergüenza y al ver que era alguien famoso, debía habérselo esperado, después de todo estaba en Nueva York y ahí habitaban todo tipo de personas famosas de distintas áreas. Automáticamente se arregló un poco su ropa, estiró su blusa blanca y revisó si su falda estaba en orden, también escondió un mechón de cabello detrás de su oreja derecha.

Se preguntó si debía intentar hablar más con el desconocido-conocido porque sería bueno tener un conocido en la ciudad de su parte y no de Ki. Se armaba de valor para intentar mantener una conversación.

-Qui… quiero agradece…le su ayuda…- dice tímidamente mirando esquivamente los ojos del otro -¿Po…podría invitarle… un… jugo?- No se le ocurrió nada más, si hubiera sido un café de seguro había sido más cliché de lo que ya era su invitación.

Por un lado, no esperaba sus amables palabras, ya que para ella debía de agradecer por el gesto, aunque fuera una simple coincidencia. Por otro no esperaba que revelara su identidad tan fácilmente siendo que ella fue cuidadosa en no decir nada salvo ese pequeño murmullo… que para ella lo fue pero parece que para él no lo fue y por eso se dio cuenta de que ella se había dado cuenta.

-No… debería… revelar tan… fácilmente… su… identidad…- dice suavemente, pero le alegro de que fuera una persona fácil de hablar a pesar de que ella aún se mantenía nerviosa. -Yo… no… le diré… a nadie quien es usted…- Seguía hablándole de usted, no podía soltarse, no en esa forma y no en un lugar con tanta gente pasando. -Yo.. soy… Chiara Gomory…- se presentó y se obligó a decir su nombre de corrido.

Asintió a su invitación, a pesar de que no le sabía del todo bien que él también la invitase, si ambos se sentían igual entonces debería estar bien aceptar su invitación. Mientras guardaba el móvil en un bolsillo de su falda pensó que él podría pensar que ella estaba nerviosa por encontrarse con un famoso por lo que mejor sería aclarar el mal entendido, antes que siga malpensándolo.

-No me incomoda… que sea… un cantante… famoso… simplemente… no… acostumbro a hablar… con otras personas…- Cuando puso las cosas en palabras pasó por su cabeza de que podría ella estar malpensando las cosas y estaba dando una excusa a algo que nadie le había pedido. -Lo… siento…-

Su rostro se puso colorado como una fresa por la vergüenza que ella misma se estaba haciendo pasar. Lo malo es que no había tiempo para mantenerse en ese estado ya que habían aceptado su oferta de ir a por un jugo, por ello se dio unos golpecitos en las mejillas. Esperó no parecerle rara al otro con su forma de ser que contradecía a su naturaleza demoniaca.

-¿Va... vamos?- Preguntó para regresar la conversación al rumbo inicial de la invitación, por ello dio unos pasos en dirección a Brooklyn pues recordaba haber visto unos carros vendiendo cosas en esa dirección.

Le agradó ver que sus palabras eran bien recibidas pro el otro, era mucho mejor no decir nada más sobre el asunto de quien era él o cualquier cosa, simplemente debían de hablar normalmente, salvo que a ella no se le quitaría el nerviosismo tan pronto porque era su forma de ser.

-El… gusto… es mío…- Dijo casi de una manera posesiva, ya que realmente era feliz de poder conversar con alguien sin que fuera porque era la chica de las buenas notas o porque estaba en su otro cuerpo.

Sonrió contenta al escucharle decir que la comprendía, se imagino que debería se runa vida complicada la de ser alguien famoso. Ella podría compararse a él un poco pues era bien conocida en el ámbito académico por ser alguien que le va bien en cualquier área, incluso en la que se había metido ahora, por ello siempre era mejor mantener un perfil bajo.

-Lo… es… no me… gusta el trato preferencial…- Dijo suavemente mientras seguía caminando. -Los profesores… siempre hacen eso conmigo…- Suelta un suspiro y luego se gira para mirarlo. -Siento… el comentario… fuera de lugar…-

Volvió mirar hacia adelante sólo por un momento pues las palabras de él la hicieron detenerse y mirarlo a él y al paisaje. Se podía imaginar a un dron grabando desde arriba y él su banda cantando y tocando en medio del trafico del puente, era una idea genial, más no sabía que canción sería buena para ese video.

-Es verdad… aunque esas películas… no son… de mi genero… favorito… las conozco…- Por algo tenía una gran memoria. -Un video… es una idea… genial… ¿sería.. con una canción… nueva?- Pregunta pues es lo que había pasado por su cabeza al no encontrar una canción de las que conocía y no tenían video que calzara con el ambiente.

La conversación era amena y agradable, casi olvidaba que recién lo conocía y que los carros de comida estaban algo más cercas para cumplir su oferta de un jugo. Estaba extrañamente cómoda con el hombre, quizás era porque le recordaba un poco a su hermano mayor y eso la hacía sentir segura.

-¿De… de verdad me comprende…?- Sus ojos brillaron al escucharlo. -Mis padres… me sobreprotegen… los maestros esperan… demasiado de mi…- se muerde el labio inferior -…sólo mis hermanos me han tratado como una igual…- Sus ojos mostraron levemente algo de tristeza que intentó borrar cerrándolos y dando una sonrisita. -No… pensé que usted… se sintiese así también…- Notaba por sus palabras que él había vivido esas cosas, sino no las nombraría.

El tiempo parecía transcurrir bien lento mientras conversaban, pero sabía que al terminar la invitación sus caminos se separarían y de cierta forma le parecía algo triste, más era algo normal ya que las cosas siempre acababan en algún momento. De todas formas, era muy pronto para pensar en el final de las cosas.

-Me gustaría… verlo.- Comenta bajito.

Ya estaba a unos pasos de los carritos, estaba ansiosa por comprar en uno ya que sería su primera vez, al menos aquí en esta ciudad. Para su suerte había uno que vendía líquidos muy cerca de ellos, por lo que avanzó un poco más rápido. No sin antes guardar en su memoria que él quería un jugo de naranja. Pidió con mucha timidez al vendedor uno de frutillas y uno de naranja, los pagó para luego entregarle el suyo a Jared.

-Pues… podría ser… un hotdog…- dijo algo avergonzada de sus palabras pues no parecía ir esa comida con ella, pero estaban en Nueva York y debía comer comida “típica” del lugar -¿O sería mucho?- Tampoco quería que pensase que era una tragona, más la tentaba mucho comer comida callejera, ya que era como estar haciendo una travesura para ella sin que sus padres se enterasen.

Por lo mismo sus ojitos brillaban un poco por la emoción, ya el jugo era una gran hazaña, el perro caliente sería una más grande. De seguro que su acompañante podría notar que la chica en su vida había comido algo en la calle por la emoción que irradiaba.

Niega con la cabeza acerca de sus padres, pues ella tenía otra impresión de porque lo hacían, una que les escuchó a sus hermanos y que le hacía mucho sentido: “No querían que fuera como sus hermanos”. Entre eso, la diferencia de edad con sus hermanos y su inteligencia natural, buscaron aislarla para que fuera la niña perfecta.

-Es bueno tener a alguien que apoye cuando se necesita.- Comenta pues aún no tenían la suficiente confianza como para hablar de temas personales, aunque le gustaría hacerlo.

La invitación a la grabación la llenó de entusiasmo, jamás había ido a algo así en su vida y eso que esta era bastante larga por lo que primero asintió con la cabeza y luego salieron palabras de sus labios.

-Me encantaría, sería… mi primera vez en una grabación…- En su voz se notaba el entusiasmo a pesar de que aún era algo tímida. -De verdad me gustaría ir…- Parecía que era algo insistente con sus ganas y era entendible por dos motivos: uno era porque jamás hacía ese tipo de cosas en su cuerpo de chica y la otra, porque le gustaba la música de la banda de Jared.

Fantaseo un poco de como sería el estudio de grabación, también en como sería una grabación al aire libre y como es que podrían detener el trafico del puente para ello sin molestar el día a día de las personas. Por ello se quedó unos cuantos minutos callada y sólo sujetando el jugo, hasta que salió de sus ensoñaciones cuando le comentó sobre que si quería un hotdog.

-Sólo será por… esta vez…- dijo como si fuera el diablito que susurra a la oreja para que uno haga cosas malas, así demostrando que algo de maldad había en ella a pesar de su inocencia -…además… como dice sería una excepción... que no se repetirá pronto.- Sonrió al ver que iba al carrito a comprar un par por lo que lo siguió mientras bebía un poco de su jugo.

Pudo notar que el vendedor se dio cuenta de quien era Jared, por lo que no mostró ninguna reacción en su rostro, pues no quería que más gente se enterara tanto porque de por si no le gusta llamar la atención como porque le había prometido no hacerlo. Ella no quería el autógrafo de él, así que no pudo sentir envidia del hombre, pero si por lo feliz que se veía y se preguntó si ella podría ser feliz alguna vez… Sacudió su cabeza para no pensar en cosas complicadas y dio más sorbitos a su jugo que estaba del dulzor justo como le gustaba.

Ella pediría su perro caliente con kétchup, pues le gustaba mucho por ser dulzón. Sería un bocadillo simple como ella, muy rico y compartido con alguien con quien se estaba llevando bien siendo ella misma.